El narrador. Breves consejos, para escritores principiantes.
Ya antes de conocer las letras, inventaba mundos nuevos para jugar, y creaba las historias, los personajes y las reglas.
Mis cuentos e historias infantiles, no sobrevivieron a las mudanzas familiares, pero algunas de las historias que escribí de adolescente lograron perdurar.
Por aquel entonces, mi lectura favorita incluía los cuentos de Edgar Allan Poe y las leyendas góticas de Becquer y textos de otros autores como: Balzac (Eugenia Grandet, me impactó sobremanera) y André Maurois.
Por ende todo lo que ecribía, debía tener: Puertas que chirriaran sobre sus goznes, descripciones minuciosas de las caras de los personajes, y el lenguaje más rebuscado que pudiese encontrar, plagado a su vez de adjetivos.
Por suerte no me quedé con eso; estudié, realicé cursos, talleres, seminarios, investigo y por supuesto leo mucho.
Todo esto me otorga herramientas y la técnicas que aplico hoy, y que me ayudan a conformar un estilo.
Lenguaje.
Si bien, en su momento me costó depurar el lenguaje, sobre todo por las palabras rebuscadas, (las que le otorgan al escritor el toque de intelectualidad necesaria para verse como tal). Luego, preferí sacrificar aquellas palabras, con el toque intelectual incluido, porque me decidí por un lenguaje directo, sencillo, y de fácil lectura.
Además, mis cuentos y relatos, tienen una prosa acorde a la realidad en la que están construidos.
Sin embargo, es cierto que el léxico deberá adaptarse a la historia que se está contando, y a la época en la que transcurre, ésto es extensivo para los personajes, y dependerá de la tipología, del entorno y de la historia de los mismos.
Narrador, voz.
Según cómo me llegue la historia, será el narrador que voy a utilizar, tengo cuentos en primera persona, otros en tercera y en algunos las voces se combinan.
En el caso del cuento, El Pasajero, son dos primeras personas, porque se trata de un diálogo, sin narrador, aunque una de esas voces se tornará luego en principal.
Cuando la historia es en tercera persona, y el narrador no es un personaje de la misma, lo utilizo como si fuera una filmadora que muestra, pero los diálogos y las acciones son quienes cuentan lo que sucede.
Mis narradores son testigos y jamás dan una opinión o un juicio de valor, porque son un elemento en off, como ya dije: una cámara o filmadora.
Entonces, si yo quiero contar que una persona es bella, lo haré desde uno de los personajes.
Ejemplos:
Rodolfo vio a Silvia que era una mujer bellísima y pensó: --¡Qué hermosa que es esa mujer!
Rodolfo vio a Silvia, y la expresión en su cara evidenció que ella lo había impactado.
--¡Qué hermosa mujer!--murmuró, como si lo que estuviese pensando se le escapara por la boca.
La frase en rojo, corresponde a un narrador omnisciente, este narrador sabe lo que están pensando los personajes, y en algunos casos, como en el ejemplo, hasta pueden emitir juicios de valor, contándole al lector que: Silvia es una mujer bellísima.
La frase en verde, está escrita con el estilo que uso.
Mi narrador, no es omnisciente, es una cámara que muestra lo que está ocurriendo, entonces el lector deberá darse cuenta por la expresión de Rodolfo, que Silvia le gustó, y para que la cámara, pueda oírlo, deberá al menos murmurar que Silvia es hermosa, de otro modo, tal vez podamos suponer qué es lo que está pensando, de acuerdo a cierta expresión.
En una próxima entrada, puedo contarles sobre el armado de personajes, y la elección de nombres.
Si están interesadas o interesados en participar,
Estoy programando los talleres literarios del 2020, en Ciudad de Buenos Aires.
Pueden comunicarse conmigo al siguiente mail:
silsan2311@hotmail.com
Dejo los enlaces de dos de mis cuentos, publicados en Amazon.
También, en exclusivo para Argentina, se pueden adquirir en formato PDF,
El Pasajero.
https://www.amazon.com/dp/B07GBMVCWJ
El Ángel Del Mausoleo.
https://www.amazon.com/dp/B07FTRP48B
Excelente detalle de explicar a nosotros los novatos la forma de escribir, gracias. Saludos desde México.
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